Oración a la Virgen María + Junto a tí María Audio 🎶
Oración para el iniciar el mes de la Virgen María
¡Oh María!, durante el bello mes que te está consagrado todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos. Para honrarte hemos esparcido frescas flores a tus pies y adornado tu frente con guirnaldas y coronas.
Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes; hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡oh virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos deseos y miradas, aún la sombra misma del mal.
La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos pues, los unos a los otros como hijos de una misma familia cuya madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.
En este mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros humildes, caritativos, pacientes y resignados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes. Que ellas broten, florezcan y den al fin fruto de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres. Amén
Oración para el finalizar el mes de la Virgen María
¡Oh María, Madre de Jesús, nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofrecerte, con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de serte agradable, y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio. Dígnate a presentarnos a tu Divino Hijo, que en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error. Que vuelvan hacia Él, y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo. Que convierta a los enemigos de su Iglesia y que en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y dé esperanzas para el porvenir. Amén.
EL ANGELUS
V. El Ángel del Señor anunció a María
R. Y concibió del Espíritu Santo
V. Dios te salve María...
R. Santa María...
V. He aquí la esclava del Señor
R. Hágase en mí según tu palabra
V. Dios te salve, María...
R. Santa María...
V. Y el verbo se hizo hombre
R. Y habitó entre nosotros
V. Dios te salve, María...
R. Santa María...
V. Ruega por nosotros,
santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Jesucristo.
V. Oremos:
Derrama, Padre, tu gracia en nuestros
corazones que has iluminado ya con el
conocimiento de la Encarnación de
Jesucristo, tu Hijo, anunciada por el
ángel a la Virgen; condúcenos por
medio de su pasión y de su muerte a
la gloria de la Resurrección.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
REINA DEL CIELO
V. Reina del Cielo, alégrate, ¡aleluya!
porque el Señor a quien has merecido
llevar, ¡aleluya!
ha resucitado, según su palabra
¡aleluya!
Ruega al Señor por nosotros ¡aleluya!
V. Goza y alégrate, Virgen María,
¡aleluya!
R. Porque resucitó verdaderamente
el Señor ¡aleluya!
V. Oremos:
Oh, Dios,
que mediante la resurrección
de tu hijo, nuestro Señor Jesucristo
te dignaste alegrar al mundo:
concédenos, te rogamos,
que por intercesión de su madre,
la Virgen María, alcancemos los gozos
de la vida eterna.
Por Jesucristo tu Hijo que contigo
vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.