Nuestra Señora de Chapi 1655
La primera mención documental de Chapi se realizó en 1655. En 1709 la imagen ya era venerada en varios poblados de Churajon denominados La Huaca o Sahuaca, los que según parece fueron evangelizados por los Jesuitas de Moquehua, quienes construyeron una capilla a tal efecto.
Posteriormente, debido a la expulsión de la Compañía de Jesús de los territorios hispanos e hispanoamericanos en 1676, la capilla fue confiada desde 1785 a los Padres Franciscanos. Poco tiempo después, una orden real dispuso que las aguas que irrigaban esos pueblos fueran desviadas, ello motivo que los agricultores trasladasen junto a sus enseres y pertenencias los objetos de culto, como la imagen de la Candelaria hacia un lugar de la quebrada de Chapi a unos 5 km hacia abajo del Santuario actual. El hecho se produjo en 1743, allí también se construyó una capilla de piedra y barro, con techo de paja de 2 metros por 7,70 metros conocida como la capilla vieja.
En 1798 a causa de los destrozos que hacían los peregrinos en las cementeras del valle, se decidió el traslado de la venerada imagen hacia Sogay. Cuenta la tradición que la imagen no avanzo más allá de la primera cuesta o subida, pues no había fuerza humana capaz de mover su aumentado peso. Varias mujeres quechua hablantes escucharon una voz que ellas atribuyeron a la imagen de nuestra Señora que decía: «Chaypi, Chaypi» que significa «Aquí, aquí».
El maravilloso suceso habría motivado que la imagen se quedase allí y fuera conocida como «Nuestra Señora de Chapi». Los fieles le levantaron una capilla pequeña de piedra y barro, techo de paja (chujlla) que duro hasta el terremoto de 1868, el cual la destruyo completamente. En 1872 se inició la construcción de una capilla más digna que se concluyó en el año de 1887.
En 1893 se comenzaron a excavar los cimientos de un nuevo templo: templo viejo o Iglesia vieja de 41 metros por 9 de ancho de techo abovedado y de calaminas, que son los restos del templo que aun hoy podemos ver en la actual explanada. En esa época se produjo un hecho milagroso relacionado con la ardua tarea de acarrear los sillares para la obra. Los obreros, cansados y sin agua, habían decidido retirarse de la obra, pero uno de los picapedreros pidió con profunda fe a la Virgen que les proporcione el agua y este la encontró bajo una piedra inmediatamente a 20 metros del lugar de trabajo, así mismo, con el agua encontrada fue curada una persona que sufría problemas en la vista. Hoy lo conocemos como el «Ojo del Milagro».
Años después, este templo se incendió el 3 de mayo de 1921 y el 11 de mayo siguiente sufrió un terremoto, los trabajos de restauración fueron concluidos en mayo de 1929. Se colocó la piedra fundamental el templo nuevo en mayo de 1942 y fue terminado en 1968. El 28 de abril de 1986 por Decreto Arzobispal, fue declarado Santuario Arquidiocesano y el 21 de septiembre de 1995 el Prelado Arquidiocesano de ese entonces Mons. Fernando Vargas pudo consagrar solemnemente el templo.
El templo nuevo fue afectado seriamente por el terremoto del 23 de junio de 2001 y demolido a principios de 2002 y en septiembre de 2003 se crea la comisión encargada de la reconstrucción del nuevo templo.
Actualmente se viene construyendo el Santuario de nuestra Mamita con una gran infraestructura para recibir a los fieles y peregrinos que año a año se congregan junto a nuestra Señora.
El 25 de noviembre de 1983 la imagen de nuestra Señora fue llevada hasta Arequipa, siendo esta su primera visita histórica por motivo de la sequía que afectó a toda la provincia. Años después con motivo del Jubileo del año 2001 la imagen fue llevada a la ciudad de Arequipa, posteriormente el 8 de septiembre de 2003 la imagen fue trasladada a la Iglesia de «San Juan Bautista» en Yanahuara en Arequipa siendo esta su cuarta visita a nuestra ciudad.
La coronación fue realizada en la tercera visita que la imagen de Nuestra Señora de Chapi realizó a nuestra Ciudad de Arequipa (luego de las antes realizadas en 1904 y 1983). En horas de la madrugada, en forma privada y utilizando un helicóptero de la Fuerza Aérea del Perú, arribó a la Ciudad del Misti en el campo deportivo de la Universidad Nacional de San Agustín.
Luego de ser colocada sobre pequeñas andas, la sagrada imagen fue llevada en hombros al campo papal, donde la recibió alborozada la multitud que la vitoreaba y aplaudía mientras era ubicada muy cerca del Solio Pontificio.
Aproximadamente a las 12:00 horas y después de la homilía en la que el Santo Padre Juan Pablo II pidió que la paz ilumine a los hombres y que juntos profesemos con él la fe en Cristo que ha iluminado esta tierra, procedió a dar inicio al acto de la Coronación.
Oraciones
El Santo Padre pronunció:
Bendito eres, Señor, Dios del cielo y de la tierra que con tu misericordia y justicia dispersas a los soberbios y enalteces a los humildes; de este admirable designio de tu providencia nos has dejado un ejemplo sublime en el verbo encarnado y en su Virgen Madre: Tu hijo que voluntariamente se rebajó hasta la muerte de cruz, resplandece de gloria eterna y está sentado a la derecha como Rey de reyes y Señor de señores, y la Virgen que quiso llamarse esclava, fue elegida Madre del Redentor y verdadera Madre de los que viven, y ahora exaltada sobre los coros de los ángeles, reina gloriosamente con su hijo, intercediendo por todos los hombres como abogada de la gracia y reina de Misericordia.
"Mira Señor benignamente a estos tus siervos que, al ceñir con una corona visible la imagen de Cristo y de su Madre bajo la advocación de la Santísima Virgen de Chapi reconocen que tu Hijo es Rey del universo e invocan como Reina a la Virgen María".
"Haz que, siguiendo su ejemplo, te consagren su vida, y cumpliendo la ley del amor, se sirvan mutuamente con diligencia, que se nieguen a sí mismos y con entrega generosa ganen para ti a tus hermanos; que, buscando la humildad en la tierra sean un día elevados a las alturas del cielo, donde Tu mismo pones sobre la cabeza de tus fieles la corona de la vida. Por Jesucristo Nuestro Señor". Concluyó la oración a la que con gran unción y al unísono el ferviente pueblo arequipeño congregado en el Campo respondió un sonoro Amén.
Acto de Coronación
Seguidamente su Santidad Juan Pablo II roció con agua bendita las coronas de la Virgen Santísima y el Niño Jesús, y procedió a CORONAR CANONICAMENTE, primero al Hijo y luego a la Madre, ante los estruendosos aplausos del pueblo Arequipeño. Posteriormente al acto de la Coronación, el Papa dejó de obsequio en recuerdo de su visita, un hermoso rosario de oro, su Santidad la proclamó en esta ocasión como REINA Y SEÑORA DE AREQUIPA.
Al concluir estas gratas celebraciones, la Santísima Virgen fue conducida al Helicóptero de la Fuerza Aérea del Perú en horas de la tarde a su Santuario, antes de ello, sobrevoló por tres veces la Ciudad a manera de un significativo adiós a sus miles de devotos.
Fuente: https://www.arzobispadoarequipa.org.pe/